Las autoridades judiciales no salen de su asombro por la forma horrenda y cruel como fue asesinado Marlon Mario Muñoz Cepeda, de 34 años, a quien empalaron y metieron en un saco antes de dejarlo abandonado en la carrera 53 con calle 41, Barrio Abajo.

Tras la captura de los dos presuntos autores, la Fiscalía 11 URI los presentó en la tarde de este martes ante el juez 17 penal municipal con funciones de control de garantías.

Marilyn Esther Alonso Bohórquez, de 32 años, y Jonathan Enrique Freyder Zabaleta, de 28 años, asistieron a la audiencia con la misma ropa con la que fueron capturados en la tarde del lunes en una casa abandonada de la calle 48 número 44-127 utilizada por victimarios y víctima, lugar para el reciclaje de basura. Allí se habría perpetrado el asesinato de Marlon Mario Muñoz.

Durante la audiencia los dos presuntos homicidas se dormían mientras el Fiscal 11 URI les formulaba la imputación del delito de homicidio agravado.

Tras la exposición, el juez les preguntó si aceptaban los cargos, a los que ambos, sin cara de sorpresa, dijeron que no.

Los dos son recicladores y drogadictos. La mujer presentaba 5 anotaciones por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.

En el lugar de la captura el personal investigador del CTI y la Sijín encontró varias evidencias en el lugar como el machete con el que se habría perpetrado el asesinato, además de manchas de sangre en las paredes y la carretilla que se habría utilizado para sacar el cuerpo de la casa abandonada.

Cámaras de seguridad del sector muestran que la pareja capturada habría sacado el cuerpo de la casa abandonada hasta llevarlo al lugar en donde fue encontrado en la calle carrera 53 con la calle 41, en el Barrio Abajo.

La Fiscalía anunció que seguirá investigando para poder judicializar a otro coautor del crimen. Trascendió que sería un menor de edad, también vicioso.

Durante su recuento, el Fiscal 11 URI destacó que existe la posibilidad de que en este horrendo crimen también se mezclen aspectos diabólicos, ritos satánicos, mezclado con móviles pasionales.

Al final, el togado aceptó la solicitud de medida de aseguramiento consistente en detención preventiva intramural, formulada por la Fiscalía 11 URI: a la mujer la enviaron a la cárcel El Buen Pastor. Y al hombre, a la cárcel donde haya cupo.